Colonoscopía

Previo al procedimiento debes hablar con el médico que hará el estudio y especificar si tomas medicamentos o si eres alérgico a alguna medicina (especificamente a algún tipo de anestésico). Para que sea un estudio exitoso, la colonoscopía requiere que el colon y el recto estén limpios y vacíos. Hay diferentes formas para “preparar” el colon, incluyendo ciertas pastillas, soluciones líquidas tomadas, enemas, o una combinación de estos. Usualmente el endoscopista indica soluciones laxantes la tarde previa al procedimiento. Esto significa que el día antes de la prueba podrías requerir pasar mucho tiempo en el baño con evacuaciones líquidas, por lo que es importante que te mantengas bien hidratado. De igual forma, usualmente se requiere que tengas ciertas horas de ayuno antes del estudio.

La colonoscopía suele ser un procedimiento ambulatorio (no necesitas quedarte en la noche en el hospital o centro de salud). Generalmente se usan sedantes intravenosos antes de iniciar el procedimiento. Estos medicamentos hacen que estés relajado durante la prueba, no tengas dolor y, en la mayoría de los casos, que no recuerdes el procedimiento posteriormente.La prueba se hace por medio de un colonoscopio, el cual es un tubo flexible que tiene una cámara pequeña con luz. El colonoscopio se introduce a través del ano y recorre todo el colon hasta el final de su trayecto, de forma que el médico endoscopista visualice toda la mucosa. En caso de que encuentre una lesión sospechosa, el endoscopista tomará fotografías y posteriormente muestras o biopsias de la misma. El procedimiento suele durar alrededor de 30 minutos.

Posterior al procedimiento tendrás que permanecer en la clínica durante alrededor de una hora para vigilar que no desarrolles ninguna complicación. Necesitarás un acompañante que pueda llevarte a casa ya que puedes tener efectos residuales de la sedación.
Debido a que durante la colonoscopía se instila aire al colon es probable que durante unas horas te sientas distendido, con dolor abdominal y gases.